1. Lávese las manos con agua y jabón.
2.  Precaliente el horno a 425 °F. Engrase ligeramente 2 bandejas para hornear.
3. En un tazón grande, espolvoree la levadura sobre el agua tibia (si está demasiado caliente, arruinará la levadura). Revuelva hasta mezclar bien.
4. Combine el harina blanca con la integral en otro tazón.
5. Incorpore el azúcar, 1/2 cucharadita de sal y 2 1/2 a 3 tazas de harina para preparar una masa suave y pegajosa. Voltee la masa sobre una superficie bien enharinada.
6. Para amasar, doble la masa a la mitad y aplánela con las palmas de las manos. Gire la masa 45 º. Repita este proceso durante 5 a 7 minutos. Si es necesario, agregue más harina hasta que la masa esté suave y elástica; no debe pegarse ni a las manos ni a la superficie de trabajo.
7. Corte la masa en 12 trozos iguales (más o menos del tamaño de una pelota de golf).
   Para formar los pretzels:
8. Ruede un trozo de masa hasta formar una tira de 15 pulgadas de largo.
9. Cruce el extremo izquierdo sobre el centro, formando un lazo.
10. Doble el extremo derecho de la tira sobre el primer lazo para formar el pretzel.

Para hornear:

1. Coloque los pretzels dejando 3 pulgadas de distancia entre uno y otro en una bandeja para hornear. Agrande los huecos de los pretzels insertando los dedos e ellos. Eso evitará que se cierren al hornearlos.
2. En un tazón pequeño, mezcle el huevo y 1 cucharada de agua. Con una brocha, cubra los pretzels con esta mezcla. Espolvoree con el ajonjolí.
3. Hornee durante 15 a 20 minutos o hasta que doren. Lo ideal es comerlos mientras están calientes.